martes, 22 de mayo de 2007

ArDuo CamINo a CaSa

Cada vez que vuelvo a casa en ese autito blanco de mi viejo termino llorando a mas no poder.
Cada metro que hago acercándome de vuelta a casa es un metro mas de recordatorios, recordatorios de todo:
de que mis padres estan separados, que mi mama esta enferma, que a mis hermanos les cuesta, que están todos confundidos, que están todos mal y tristes, me acuerdo de los problemas, me acuerdo de las discusiones, me acuerdo de lo mucho que mis viejos se querían antes, me acuerdo de lindo que era todo antes, me acuerdo de la infancia de mis hermanos, me acuerdo de los peores tiempos, me acuerdo de todos mis miedos, de mi dependencia hacia mi familia, de lo mucho q me importan, de lo mucho que quisiera ayudarlos, de lo mucho q me cuesta estar ahí, de lo mucho que se perdió, de lo que no volverá, de lo que se convirtió, de lo que evoluciono, me recuerdo de lo que deje atrás la ultima vez que cerré la puerta principal de mi casa.
Y cada vez que vuelvo veo que nada cambia, que nada se soluciono, que nadie arreglo nada, que nadie pudo, que siguen ahi: como los deje.

Y viene ese feo presagio, esa visión de un futuro cada vez peor, cada vez mas negro, mas complicado. Veo el paredón hacia el que vamos, y yo grito y señalo pero nadie escucha nadie ve, y el golpe va a ser cada vez peor y nadie frena. Y esa impotencia, esa bronca, ese dolor acumulado, esa necesidad de alejarme para no hundirme con ellos. Pero no puedo, la casa me chupa nuevamente, me llama, me atrae, me ata, me ato y no los puedo dejar y no puedo dejar de abrazarlos y decir choquemos juntos ese paredón.

No hay comentarios: